Entre los servicios que el Ayuntamiento de Navalmoral presta a los ciudadanos desde el Centro de Servicios Sociales, figura desde hace años un programa de apoyo a la mujer. Una abogada, una asesora laboral y una psicóloga vienen desempeñando desde entonces funciones importantes para las políticas de igualdad: asesoramiento laboral, atención a víctimas de violencia de género, sensibilización contra esta lacra a jóvenes a través de colegios e institutos, apoyo psicológico a estas mujeres y a familias en riesgo de exclusión social, y un largo etcétera. Sin hablar del apoyo a otros programas del Centro de Servicios Sociales como el de inmigrantes o el de familias. Era uno de los servicios que mejor funcionaban en el ámbito municipal, más de 2.000 consultas al año.
Para pagar este servicio el Ayuntamiento utilizaba un convenio con el Instituto de la Mujer de Extremadura para el Programa de Igualdad de Género en el Empleo, es decir, sólo y exclusivamente para asesoramiento laboral, aunque las trabajadoras hacían mucho más que eso.
Las funciones de asesoramiento laboral a mujeres se van a realizar ahora desde el SEXPE. ¿Y las demás funciones? Simplemente ya no se prestan, dos de las trabajadoras han sido despedidas y a la otra se le ha cambiado de puesto.
Sencillamente las políticas de mujer ya no existen en Navalmoral. Las moralas no tienen derecho a ese servicio. Ni siquiera pueden acudir a la Oficina de Igualdad o al Punto de Atención Psicológica de la Mancomunidad Campo Arañuelo. Navalmoral no pertenece a ninguna mancomunidad. Somos una isla.
¿Y sabéis cuanto nos costaría mantener este servicio? Muy poco, ni siquiera llega al 0,25% del presupuesto del Ayuntamiento para el año 2010. Tan sólo 27.000 € anuales frente a los más de 12 millones presupuestados. Con la indemnización que va a haber que pagar a una de las trabajadoras despedidas se pagaría el servicio durante más de un año. No hay 27.000 € para políticas de mujer, pero sí hay 18.000 € para que la Concejala de (in)Cultura y quince amiguitos/as pasen el rato en una supuesta escuela de teatro.
¿Qué van a hacer con los casos de violencia de género? ¿Mirar a otro lado? ¿Para qué convocan una concentración a las puertas del Ayuntamiento todos los días 25? ¿Para que nos hagan una foto?
Siempre he pensado que la gente de derechas confundía las políticas sociales con la caridad. Ahora sé que lo que en realidad ocurre es que no saben lo que son, creen que hacer política social es mandar unos eurillos que nos sobran a Haití.
Para pagar este servicio el Ayuntamiento utilizaba un convenio con el Instituto de la Mujer de Extremadura para el Programa de Igualdad de Género en el Empleo, es decir, sólo y exclusivamente para asesoramiento laboral, aunque las trabajadoras hacían mucho más que eso.
Las funciones de asesoramiento laboral a mujeres se van a realizar ahora desde el SEXPE. ¿Y las demás funciones? Simplemente ya no se prestan, dos de las trabajadoras han sido despedidas y a la otra se le ha cambiado de puesto.
Sencillamente las políticas de mujer ya no existen en Navalmoral. Las moralas no tienen derecho a ese servicio. Ni siquiera pueden acudir a la Oficina de Igualdad o al Punto de Atención Psicológica de la Mancomunidad Campo Arañuelo. Navalmoral no pertenece a ninguna mancomunidad. Somos una isla.
¿Y sabéis cuanto nos costaría mantener este servicio? Muy poco, ni siquiera llega al 0,25% del presupuesto del Ayuntamiento para el año 2010. Tan sólo 27.000 € anuales frente a los más de 12 millones presupuestados. Con la indemnización que va a haber que pagar a una de las trabajadoras despedidas se pagaría el servicio durante más de un año. No hay 27.000 € para políticas de mujer, pero sí hay 18.000 € para que la Concejala de (in)Cultura y quince amiguitos/as pasen el rato en una supuesta escuela de teatro.
¿Qué van a hacer con los casos de violencia de género? ¿Mirar a otro lado? ¿Para qué convocan una concentración a las puertas del Ayuntamiento todos los días 25? ¿Para que nos hagan una foto?
Siempre he pensado que la gente de derechas confundía las políticas sociales con la caridad. Ahora sé que lo que en realidad ocurre es que no saben lo que son, creen que hacer política social es mandar unos eurillos que nos sobran a Haití.